Lavabos pedestal
Cerámica blanco brillo 54.8 x 44.3 x 84.5 cm
113,80€ 119,79€
Cerámica blanco brillo 61 x 46.7 x 84.5 cm
85,85€ 114,47€
Cerámica blanco brillo 61 x 85 x 47.5 cm
106,48€ 133,10€
Cerámica blanco brillo 66.5 x 53.5 x 83.5 cm
89,84€ 119,79€
Cerámica blanco brillo 59.5 x 50.5 x 82 cm
83,85€ 111,80€
Cerámica blanco brillo 55 x 45.5 x 82 cm
(1)
100,94€ 105,15€
Cerámica blanco brillo 53 x 82 x 44 cm
95,83€ 108,90€
Cerámica blanco brillo 61 x 56 x 47.5 cm
106,48€ 133,10€
Solid Surface krion blanco mate 45x45x84cm
1.305,52€ 1.788,38€
Lavabo con pedestal
El lavabo con pedestal es la opción más tradicional en cuanto a lavabos.
Se trata de una pieza sostenida sobre un soporte habitualmente fabricado en el mismo material que el propio lavabo, instalando las tuberías por dentro de este.
Lo ideal es que, con un mueble para lavabo con pedestal, recrees un ambiente retro en el cuarto de baño.
Un mueble de lavabo con pedestal puede estar creado en cerámica, porcelana o auténtica piedra natural. Tu elección dependerá del tono que quieras darle al aseo y del presupuesto que tengas para invertir.
Tipos de lavabos para baño con pedestal
Encontrarás el lavabo con pedestal fabricado en diferentes materiales. Uno de ellos es la cerámica. Aún hoy en día es el material clásico por su acabado brillante y su gran resistencia. El blanco brillante e impoluto de estas piezas maximiza el espacio.
La última de las ventajas de este tipo de lavabo con pedestal es la facilidad a la hora de limpiarlo. La cerámica se limpia con un paño húmedo, seguido de uno seco para mantener el efecto brillo. Además, permite el uso de productos desinfectantes más abrasivos.
Los atípicos lavabos de pedestal de piedra
Para hogares más exclusivos y que puedan invertir más en el lavabo, la solución está en el mueble para lavabo con pedestal de piedra.
Fabricadas en piedra natural, estas piezas no son tan típicas, lo que le confiere una estética única y un valor genuino a la estancia.
La textura y la intensidad del color harán del tocador tu zona favorita del baño.
Has de tener en cuenta que la piedra no es igual de resistente a las manchas que la cerámica o porcelana y que la limpieza debe ser más exhaustiva.
Mueble de lavabo de pie
Un mueble de lavabo de pie es un lavabo con pedestal, perfecto para conseguir un toque vintage en el aseo o bien para aprovechar rincones en baños pequeños o estrechos.
En el primer caso, lo mejor es optar por un lavabo con pie de líneas redondeadas, anclado al suelo, por cuyo interior discurren las tuberías. De acabado blanco brillante, este lavamanos llenará de luz y personalidad la estancia.
Tenemos un modelo de Fossil Natura muy elegante a precio irresistible: poco más de 100 euros. Este lavabo con pedestal puede combinarse con una grifería de aire retro y conseguir un efecto deslumbrante sin gastar demasiado en decorar la zona del tocador.
Lavabo con pie de piedra natural estrecho
En el caso de que tengas un baño de tamaño reducido, hay modelos de muebles de lavabo con pie más modernos hechos de mármol que tienen mucha clase. Concretamente disponemos de dos lavabos con pedestal de mármol que son un auténtico lujo. De precio alto, eso sí, su resistencia es total y el diseño curvilíneo, deslumbrante. Junto a griferías empotradas, estos muebles de lavabo con pie de 40 cm de diámetro y 90 cm de altura, encajarán perfectamente en un aseo pequeño. A modo de pila antigua de piedra (beige o gris), el baño rezumará carácter y permanecerá intacto durante años.
Los muebles de lavabo con pie, aunque apoyan al suelo y dificultan la limpieza en mayor medida que un lavabo o mueble de baño suspendido, son piezas de apariencia más ingrávida que los muebles de baño con patas convencionales. Si quieres que, además de crear un diseño de baños impecable y lujoso, tu baño parezca más despejado, considera instalar un lavabo con pie como los de Bath&Co.
¿Un lavabo con pedestal de piedra o de cerámica?
En cuanto al material ideal de tu mueble de lavabo de pie, en principio la piedra natural (mármol) es más robusta que la cerámica, aunque menos resistente a las manchas que esta. Lo bueno de la cerámica brillante es que potencia la sensación de luminosidad e higiene del baño, eso sí, si este no está muy atestado de elementos y se limpia regularmente. La piedra natural, y sobre todo el clásico veteado del mármol, regala distinción y nobleza.