Guía sobre mamparas de ducha
2024-01-30
Infórmate bien de las opciones antes de elegir la mejor mampara de ducha para tu hogar
Las mamparas se han convertido en parte esencial del cuarto de baño, pues al ser paneles de vidrio, frenan el agua de la ducha y al mismo tiempo resultan casi invisibles, por lo que dejan pasar la luz y no recargan las estancias.
Con una ducha y mampara un baño parecerá más grande que con una bañera y unas cortinas.
Como son muchas las familias o personas que cuentan en sus casas con baños pequeños o de tamaño medio, no muy espaciosos, las mamparas de ducha se han convertido en esenciales elementos decorativos y funcionales de los mismos.
Vamos a repasar la variedad de modelos que existen en el mercado dentro de esta práctica guía sobre mamparas de ducha.
Según su forma o modo de instalación
Mamparas de ducha fijas
Este tipo de mamparas son las más sencillas y minimalistas, pues solo cuentan con un único panel de vidrio inamovible, fijado al plato de ducha. Por ello, también, suelen ser las más económicas.
Las mamparas de ducha de panel fijo son muy versátiles, encajan en todo tipo de baños y huecos de ducha. Hoy en día son muy populares y pueden llevar más o menos perfilaría alrededor del cristal, que puede tener grosores variables, entre 8 y 10 mm de espesor normalmente.
Las mamparas de ducha fijas dejan un hueco abierto para entrar y salir cómodamente de la ducha. En huecos pequeños, son muy funcionales, pues no recargan nada el espacio, no disponen de puertas, y mientras dejen un espacio transitable de una media de 50 cm de ancho para entrar y salir de la ducha, serán muy útiles.
Eso sí, son las menos estancas del mercado al no cerrar la ducha del todo.
Mamparas de ducha frontales
Este tipo de mamparas son las que disponen únicamente de uno o varios paneles de vidrio o acrílico en posición frontal, cerrando un espacio de ducha entre tres paredes.
Después de las mamparas fijas, estas son las más demandadas, especialmente en forma de mamparas de una hoja fija y una móvil, o será, de dos únicos cristales.
Hay composiciones mucho más complejas para asegurar accesos más amplios o para encajar en plantas de baño irregulares, pero las soluciones simples siempre son las más adecuadas y las que menos recargan visualmente una estancia.
Una mampara de ducha frontal con pocas divisiones agrandará una estancia considerablemente, especialmente en forma de vidrios transparentes, sin decoración ni impresión digital.
Mamparas de ducha angulares
Este tipo de mamparas son las que cierran espacios de ducha en esquina, que rodean platos de ducha cuadrados o rectangulares, de diferentes tamaños.
Las composiciones angulares son muy habituales. Las hay de dos, de tres y de cuatro hojas. También se consideran angulares las muy frecuentes mamparas de ducha frontales con lateral fijo.
Según el tipo de plato, en qué rincón del baño se ubique, el tamaño y disposición de los diferentes elementos del baño, será más adecuado elegir una u otra composición de mampara angular.
Por ejemplo, las mamparas de ducha angulares de cuatro hojas, dos de ellas fijas y dos de ellas correderas, son muy habituales, pues dejan un acceso a la ducha por el vértice exterior del plato que es muy cómodo y práctico cuando hay elementos cerca de la ducha. ¡Ya verás!
Mamparas de ducha semicirculares
Aunque hoy en día son menos frecuentes, en esta guía sobre mamparas de ducha no pueden faltar las mamparas curvas o semicirculares. Estas cubren la mitad del perímetro de la ducha, rodeando la parte exterior de un plato de cuarto de círculo.
Es un tipo de mampara muy práctico en aseos pequeños, para cerrar o ubicar duchas en esquinas detrás de puertas, por ejemplo.
Aprovechan de forma eficaz el espacio y facilitan mucho el acceso a la ducha.
Según el tipo de apertura
Excepto las mamparas de ducha fijas, las demás de las anteriores pueden encontrarse con distintos sistemas de apertura: corredero, plegable, batiente o abatible.
Las mamparas de ducha correderas y las abatibles son las más habituales, junto a las fijas.
Mamparas de ducha correderas
Son las que tienen una o dos hojas móviles que discurren por unos raíles o rodamientos, más o menos visibles, según el modelo.
La gran ventaja de las mamparas correderas, la razón por las que son tan populares, es que son fáciles de abrir y cerrar, resistentes y duraderas y no necesitan de espacio libre delante del plato para abrirlas. Las hojas se recogen sobre sí mismas dejando un hueco de entrada que será más o menos amplio según el modelo.
Cuando se tienen baños abigarrados, son muy recomendables.
Mamparas de ducha plegables
Comparten muchas ventajas con las anteriores, pues las hojas de la puerta se pliegan como un libro dejando un hueco de entrada cómodo al plato de ducha. No obstante, son mucho menos habituales que las correderas y existen menos modelos disponibles.
Tanto correderas como plegables son mucho más minimalistas hoy en día que hace décadas y habitualmente están fabricadas con vidrio templado, en lugar de paneles acrílicos o de metacrilato.
Aunque sean diseños minimalistas, pueden acumular suciedad o humedad en los raíles y guías, por eso abundan las que llevan los rodamientos en el marco superior.
Mamparas de ducha abatibles
Este tipo de mamparas de duchas batientes o walk-in son las más accesibles, pues no tienen carril inferior que pueda provocar tropiezos al entrar a la ducha. Para las personas mayores, junto con las fijas, son las más adecuadas, siempre con platos de ducha a ras del suelo del baño o extraplanos.
El único inconveniente de estas mamparas es que requieren más espacio libre delante de la puerta de la ducha para entrar y salir, pues aunque las hay que abaten hacia dentro, la mayoría de puertas abren hacia fuera.
Son por ello más adecuadas para baños grandes y despejados.
Según el material y el color de la perfilería
También se pueden clasificar las mamparas por su material y el tipo de acabado de perfilería que lucen.
En cuanto a material, el abrumadoramente mayoritario es el vidrio templado, un cristal que, como el de los automóviles u otras áreas de la construcción, pasa por un proceso industrial que lo hace prácticamente irrompible.
El grosor del cristal templado
Las mamparas de ducha de cristal las hay de grosores variables, de 4 a 10 mm de grosor. Normalmente las mamparas que se fabrican más desnudas, sin un perímetro o marco alrededor, suelen ser las de grosores mayores.
Por ejemplo, los fijos de ducha, que suelen ser más minimalistas, son las de grosores mayores.
Si bien las mamparas de vidrio son las más populares, todavía se comercializan mamparas acrílicas o de metacrilato. Estas son menos bellas, amplían menos el espacio pero disimulan mejor la suciedad.
En cuanto a perfilería, los materiales que enmarcan las hojas de las mamparas suelen ser dos: aluminio y acero inoxidable. El segundo es el más resistente a la corrosión y más duradero, pero más caro.
Los colores de los perfiles
Las perfilerías pueden ser de diversos acabados o colores, brillantes o mate. Los más habituales son: plateado, cromado, dorado, cobrizo, blanco y negro.
Hace unos años casi solo se veían las de acabado plateado o cromado, pero ahora son más habituales las de acabado negro y dorado. Estas, de textura mate, son las que están más de moda.
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Cuestiones frecuentes sobre las mamparas de ducha
¿Cuánto cuesta poner una mampara de ducha?
En realidad dependerá del coste de tu mampara de ducha nueva y de la instalación que contrates. Pero podemos afirmar que en general cambiar una mampara por una nueva puede costar entre 200 y 600 euros, dependiendo de estos factores.
¿Qué medidas tienen las mamparas?
Son muy variadas y, aunque es cierto que pueden encargarse mamparas de ducha totalmente a medida, las estándar se mueven generalmente entre estos valores:
- Ancho: De ancho suelen tener entre 75 y 200 cm.
- Altura: De alto las hay desde 170 a 220 cm.
¿Cuánto debe medir una mampara de ducha?
En general todo dependerá del espacio que se tenga en el baño para la zona de ducha o bien, si ya hay un plato instalado, de las medidas del plato.
Las medidas más habituales son:
- 75×75 cm: Para espacios reducidos.
- 80×80 cm: Un estándar también para baños pequeños o medianos.
- 90×90 cm: Dentro de los espacios de baño cuadrados, mucho más amplio e ideal para cuartos de baño amplios.
- 100×80 cm: Ideal para espacios de ducha rectangulares en baños de tamaño medio-grande.
- 120×80 cm: Un espacio de ducha amplio para los baños más espaciosos.
¿Qué ancho debe tener una mampara de ducha?
Cualquiera de las estándar antes mencionadas es practicable, desde un mínimo de 75 cm a un máximo algo más de dos metros, lo que se pueda. Eso sí, para que la entrada sea cómoda, hay unas medidas mínimas recomendables de la puerta o hueco de entrada. Esta debe ser de 50-55 cm como mínimo para ser confortable de usar.
¿Cuánto tiene que medir una mampara fija para que no se salga el agua?
Una de las cuestiones que más preocupa a los clientes al instalar una mampara de ducha fija abierta es cuánto debe medir de ancho para que el agua no se salga.
En general, si el ancho del cristal mide de 90-100 cm es óptimo para que no haya salpicaduras. Es conveniente que el plato de ducha tenga como ancho mínimo 140 cm.
No obstante, hay mamparas de ducha abiertas de dos hojas, que cubren un mayor ancho del plato. Si te preocupa esta cuestión y tienes espacio, ¡echa un vistazo a esos modelos!
Recuerda medir correctamente el plato de ducha antes de comprar tu mampara para asegurarte siempre un ajuste perfecto y la estanqueidad necesaria. Aunque existen los perfiles de compensación, es preciso que se tomen bien las medidas.